A pesar de que los cortes no nos
resultan algo natural debemos reconocer que en algunas ocasiones funcionan. Estos
nos han proporcionado la posibilidad de que una película pueda filmarse de
manera discontinua; lo que supone una mejora práctica y estética, ya que en
aquellos filmes grabados en una sola secuencia un error lleva a la necesidad de
repetir todo el proceso de nuevo; además proporciona la posibilidad de emplear
más variedad de decorados y ambientes.
En una película lo ideal es
cortar lo justo, ya que excederse o quedarse corto podría romper la estructura
de la película y siempre será preferible que el espectador intuya las cosas y
piense a mostrárselas enteras, ya que podría llegar a aburrirse.
En un principio mantener la
continuidad del espacio era para los editores una regla. Sin embargo, Murch
opina que lo que el público recuerda tras ver una película no es la edición,
sino cómo se sintieron al verla y por ello coloca la emoción como la primera y
más importante de las características que definen un buen plano 1)La emoción;
2)La historia; 3)El ritmo; 4)La línea de la mirada; 5)El eje de la acción; 6)El
espacio tridimensional de la acción. Murch sugiere establecer con esta lista
unas prioridades. Ya que, si poseemos la emoción en la historia y además esta
avanza con el ritmo correcto, los otros aspectos de la lista no se tomarán
demasiado en cuenta.
Otra de las razones por las que
los cortes funcionan es gracias a que el editor se pone en el lugar del espectador
y se pregunta: ¿en qué pensarán?, ¿es necesario que lo hagan? Etc…
El editor no conoce cómo fue rodada
la película, pero su influencia es enorme. Sin embargo, su desconocimiento es
positivo, ya que a la hora de editar no se dejará llevar por pensamientos tales
como: lo mucho que costó rodar ese plano, la cantidad de dinero invertido en él…
presentes en aquellos más implicados en el proceso de rodaje. El editor buscará
lo que mejor quede en pantalla. Murch insiste en la creación de una barrera
entre el proceso de rodaje y la edición.
Murch nos dice que a pesar de la
violencia con la que se producen estos cortes, los aceptamos perfectamente, ya
que aunque la realidad parece ser continua, los sueños son más fragmentados y
es por eso por lo que la explicación puede residir en que “aceptamos el corte
porque se parece a la forma en la que se yuxtaponen las imágenes en nuestros
sueños” y la rudeza de estos cortes es lo que más los asemeja con las
películas. El problema de comprara los sueños con las películas es que, a pesar
de resultar interesante, aún resulta muy árido ya que sabemos muy poco acerca
de la naturaleza de los sueños. De todos modos las yuxtaposiciones “fílmicas”
no solo están teniendo lugar en el mundo real cuando soñamos, sino también
cuando estamos despiertos. Además, Murch se arriesga a afirmar que estas
yuxtaposiciones no son artefactos mentales accidentales, sino parte del método
que acostumbramos a usar para entender al mundo ya que es la manera que tenemos
de separar ideas, incluso de mostrar cuando hemos entendido una y pasamos a la
siguiente. Según Murch sin ella la realidad visual parecería una sucesión de
cartas llenas de palabras sin separación.
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